Estrategias efectivas en el tratamiento de agua con Óxido Nitroso

Leonardo Courtade

CEO de Zeomex

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El óxido nitroso (N2O) se ha convertido en un desafío importante y multifacético para la industria del agua, lo que ha provocado una preocupación generalizada y esfuerzos concertados para mitigar sus efectos. Estrategias efectivas en el tratamiento de agua con Óxido Nitroso

Al ser un gas de efecto invernadero el Óxido Nitroso (N2O) contribuye significativamente al calentamiento global y al cambio climático, lo que destaca la urgencia de abordar su presencia en los procesos de tratamiento de agua, así como en la gestión de aguas residuales.

Según el estudio de Tuholske, el 63 % de la contaminación mundial por nitrógeno generada por aguas residuales proviene de los sistemas de alcantarillado; el 32 %, de la salida directa; y el 5 %, de los sistemas sépticos.

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Hablando claramente, debemos entender que el Óxido Nitroso (N2O) es un subproducto del ciclo del nitrógeno durante los procesos de eliminación biológica de nutrientes (BNR).


¿Cómo funciona el ciclo del nitrógeno y cómo afecta a los procesos de tratamiento de agua?

El ciclo del nitrógeno es un proceso biogeoquímico crucial que describe cómo el nitrógeno se mueve a través de la atmósfera, los suelos así como los organismos vivos y presenta la siguientes etapas:

  • Fijación: El nitrógeno atmosférico (N₂) se convierte en compuestos nitrogenados utilizables por las plantas mediante la fijación biológica (realizada por bacterias fijadoras de nitrógeno) o la fijación abiótica (como la producida por la acción de relámpagos).
  • Ammonificación: Los restos de plantas y animales, así como los desechos, se descomponen y liberan amoníaco (NH₃) y amonio (NH₄⁺).
  • Nitrificación: Las bacterias convierten el amoníaco y el amonio en nitritos (NO₂⁻) y nitratos (NO₃⁻), formas que las plantas pueden absorber y utilizar.
  • Desnitrificación: En condiciones anaeróbicas, ciertos microorganismos convierten los nitratos en gases nitrogenados, como el óxido nitroso (N₂O) y el nitrógeno gaseoso (N₂), liberándolos a la atmósfera.

La consecuencia no deseada de este proceso es la liberación de este gas, el Óxido Nitroso (N2O) , que contribuye a la acidificación del agua y afectar la calidad del agua potable en el tratamiento de agua.

Estrategias efectivas en el tratamiento de agua con Óxido Nitroso
La descarga continua de N2O a la atmósfera no solo contribuye al efecto invernadero sino que también intensifica el impacto ambiental general de las plantas de tratamiento de aguas residuales.

Estrategias efectivas en el tratamiento de agua con Óxido Nitroso

La combinación de tecnología de ozono como sistema de desinfección y zeolita como medio filtrante de última generación, representan si no la mejor, una alternativa superior a los métodos tradicionales actuales.

Sin generar subproductos tóxicos como el N2O, el ozono tiene el poder de desinfección y oxidación 2 veces superior a los compuestos clorados (conoce los inconvenientes al usar cloro para purificar el agua), lo que permite desinfectar y reducir hasta eliminar compuestos orgánicos tanto naturales como sintéticos.

Por otra parte, materiales adsorbentes como Zeomedia permiten retener metales pesados y compuestos orgánicos, garantizando la reducción de la turbidez hasta en un 50% respecto a un filtro convencional.


Al combinar ambos procesos se genera una sinergia altamente efectiva que mejora drásticamente los procesos de desinfección y purificación, garantizando el cumplimiento de las normativas más exigentes a nivel mundial.

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